Fue en una noche de julio como la de hoy cuando escuché por primera vez este álbum: venía de pasar el día en casa de unos familiares, en un pueblo cercano, tras ir a una piscina local y comer en un modesto restaurante hasta hartarnos.
Agotado y adormilado, en una hora cercana a la medianoche, montado en el asiento de atrás del coche de mi padre, decidí escuchar algo de música para no quedarme frito antes de llegar a la cama, y, por casualidades de la vida (y por consecuencia directa de la reproducción aleatoria del Spotify), apareció esta majestuosa obra de arte.
Aquellos paisajes nocturnos en aquella desértica carretera encajaron tan bien con la elegancia de este LP que cada vez que lo vuelvo a escuchar una sensación de sosiego y paz me imbuye completamente.
No se por dónde comenzar: Aquel tono relativamente suave para un álbum de este estilo, Drone/Doom y Sludge, es único. No tiene nada que ver con las guitarras abrasivas de Sunn O))) o las desgarradoras voces de Khanate, como mencioné antes, es un álbum elegante, fino y, sobretodo, instrospectivo.
Ya de primeras nos topamos con el track "III", un auténtico titán dentro la discografía de la banda y, quizás, la canción que mejor define al álbum en mi opinión: Ese inicio lento con tanto espacio y atmósfera te teletransporta directamente detrás de los bisontes de la portada, invitándote a pensar "¿A qué se supone que están mirando?", siendo interrumpido por esa voz tan masculina y brusca que te hace reflexionar sobre si, realmente, esos Bisontes están en el lugar correcto o si en el fondo, están huyendo de algo.
El track va evolucionando progresivamente, volviéndose más agresivo y rápido a medida que pasa el tiempo: Esa batería tan cortante y ese bajo tan crujiente y metálico toman fuerza a la par que el sintetizador va cobrando protagonismo, terminando tal y como empezó, con esa rara sensación de incertidumbre y sospecha.
Esa sensación de incertidumbre y sospecha no te abandonará en la hora y cinco minutos que dura este gigante del Sludge, pasando por las pantanosas aguas de "II" y esos riff de bajo tan oníricos de "VI", sin olvidar "V", un coloso de 20 minutos repleto de misterio, con esos extractos de diálogos de películas que realzan ese sentimiento de "algo no está bien", pero que a la vez, te invita a tomar asiento... y mirar adonde sea que esos dos pobres animales lo hagan.
Una escucha totalmente recomendada.
(NOTA: En los comentarios del vídeo que contiene este álbum en YT, me topé con dos comentarios bastante raros. Los ando investigando y quizás haga una entrada al respecto).
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